Nuestra Iglesia Católica

Mateo 16:18: “Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella”

De tal manera amó Dios al mundo

Juan 3:16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna

María Nuestra Madre

Lucas 1:26-38 Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase á mí conforme á tu palabra. Y el ángel partió de ella.

Que todos sean uno

Juan 17:20-24 Padre, los que tú me has dado, quiero que donde yo esté estén también conmigo, para que contemplan mi gloria, la que me has dado, porque me has amado antes de la creación del mundo.

El Señor es mi pastor

El Señor es mi pastor; nada me faltará. En lugares de delicados pastos me hará descansar;junto a aguas de reposo me pastoreará. Confortará mi alma; me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre

sábado, 7 de marzo de 2015

CORAZONES PASIONISTAS

Los niños de nuestra Basilica son los primeros en construir su corazón Pasionista hacia la sensibilidad y la solidaridad hacia el otro.

miércoles, 18 de febrero de 2015

Miércoles de ceniza 2015

VATICANO, 18 Feb. 15 / 01:17 pm (ACI).- El Papa Francisco celebró en la Basílica de Santa Sabina (Roma), la Misa por Miércoles de Ceniza, con que se inicia el tiempo de Cuaresma, y donde invitó a los fieles a pedir al Señor un corazón purificado del mal.
A continuación el texto completo gracias a la traducción de Radio Vaticana:
Como pueblo de Dios hoy comenzamos el camino de la Cuaresma, un tiempo en el que tratamos de unirnos más estrechamente al Señor Jesucristo, para compartir el misterio de su pasión y resurrección.
La liturgia del miércoles de Ceniza nos propone ante todo el pasaje del profeta Joel, enviado por Dios para llamar a la gente al arrepentimiento y a la conversión, a causa de una calamidad (una invasión de langostas) que devasta Judea. Sólo el Señor puede salvar del flagelo y por lo tanto es necesario suplicarle con oraciones y ayunos, confesando el propio pecado.
El profeta insiste en la conversión interior: «Vuelvan a mí de todo corazón». Regresar al Señor “con todo el corazón” significa emprender el camino de una conversión no superficial y transitoria, sino un itinerario espiritual que tiene que ver con el lugar más íntimo de nuestra persona. El corazón, de hecho, es el centro de nuestros sentimientos, el centro en el que maduran nuestras decisiones, nuestras actitudes.
Aquel “vuelvan a mí de todo corazón” no implica sólo el individuo, sino que se extiende a la entera comunidad, es una convocatoria dirigida a todos: « ¡reúnan al pueblo, convoquen a la asamblea, congreguen a los ancianos, reúnan a los pequeños y a los niños de pecho! ¡Que el recién casado salga de su alcoba y la recién casada de su lecho nupcial!».
El profeta se detiene en particular en las oraciones de los sacerdotes, haciendo observar que debe estar acompañada de lágrimas. Nos hará bien pedir, al comienzo de esta Cuaresma, el don de las lágrimas, para hacer así nuestra oración y nuestro camino de conversión siempre más auténticos y sin hipocresía.
Justamente éste es el mensaje del Evangelio de hoy. En el pasaje de Mateo, Jesús vuelve a leer las tres obras de piedad previstas por la ley mosaica: la limosna, la oración y el ayuno. Con el tiempo, estas disposiciones se habían corroído por la herrumbre del formalismo exterior, o incluso habían mutado en un signo de superioridad social. Jesús pone en evidencia una tentación común en estas tres obras, que se pueden resumir en la hipocresía (la cita tres veces): «Tengan cuidado de no practicar su justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos… cuando des limosna, no lo vayas pregonando delante de ti, como hacen los hipócritas… Cuando ustedes oren, no hagan como los hipócritas… a ellos les gusta orar de pie… para ser vistos… Cuando ustedes ayunen, no pongan cara triste, como hacen los hipócritas».
Cuando se cumple algo bueno, casi instintivamente nace en nosotros el deseo de ser estimados y admirados por esta buena acción, para obtener una satisfacción. Jesús nos invita a cumplir estas obras sin ostentación alguna, y a confiar sólo en la recompensa del Padre «que ve en lo secreto».
Queridos hermanos y hermanas, el Señor no se cansa jamás de tener misericordia de nosotros, y quiere ofrecernos una vez más su perdón, invitándonos a volver a Él con un corazón nuevo, purificado del mal, para tomar parte de su gozo. ¿Cómo acoger esta invitación? Nos lo sugiere San Pablo en la segunda lectura de hoy: «les suplicamos en nombre de Cristo: déjense reconciliar con Dios». Este esfuerzo de conversión no es sólo una obra humana. La reconciliación entre nosotros y Dios es posible gracias a la misericordia del Padre que, por amor a nosotros, no dudó en sacrificar a su Hijo unigénito. De hecho, el Cristo, que era justo y sin pecado,  fue hecho pecado por nosotros cuando sobre la cruz cargó con nuestros pecados, y así nos rescató y redimió ante Dios. «En Él», nosotros podemos volvernos justos, en Él podemos cambiar, si acogemos la gracia de Dios y no dejamos pasar en vano el «momento favorable».
Con esta conciencia, iniciamos confiados y gozosos el itinerario cuaresmal. Que María Inmaculada sostenga nuestra lucha espiritual contra el pecado, nos acompañe en este momento favorable, para que podamos llegar a cantar juntos la alegría de la victoria en la Pascua de Resurrección.
Dentro de poco cumpliremos el gesto de la imposición de las cenizas en la cabeza. El celebrante pronuncia estas palabras: «eres polvo y al polvo volverás», o también repite la exhortación de Jesús: « Conviértanse y crean en la Buena Noticia». Ambas fórmulas constituyen un llamado a la verdad de la existencia humana: somos criaturas limitadas, pecadores siempre necesitados de arrepentimiento y conversión. ¡Cuán importante es para escuchar y acoger este llamado en nuestro tiempo! La invitación a la conversión es entonces un impulso a regresar, como hizo el hijo de la parábola, entre los brazos de Dios, Padre tierno y misericordioso, a confiarnos de Él y a confiarnos a Él.
Síguenos en Twitter a través de https://twitter.com/BasilicamCristo
Y en Facebook: Basilica Menor el Cristo

domingo, 8 de febrero de 2015

Lectura de la Portada Hoja Dominical Domingo 8 de Febrero de 2015

Año XLVIII - Domingo y del Tiempo Ordinario /B - 8 de Febrero de 2015


El Evangelio según san Marcos lo hace posible. Primero Jesús va con Santiago y Juan a la casa de Simón y le cura de la fiebre a su suegra. ¡Pobre mujer! Inmediatamente se puso a servirles.
Al anochecer le llevaron todos los enfermos y poseídos. Curó a muchos enfermos y expulsó muchos demonios. Luego se levantó de madrugada, se marchó al descampado, y allí se puso a orar. Y cuando Simón y sus compañeros le dicen que todos lo buscan, El responde: “Vayámonos a las aldeas cercanas, para predicar también allí”. Así recorrió toda Galilea, predicando y expulsando,: demonios. Jesús no sólo anunciaba la buena noticia del reinado de Dios. Sino que también la iniciaba.
Fuente: Hoja Domingo
¿No encontramos aquí un programa concreto para nosotros? Podemos empezar por la oración. Por un momento de comunicación con Dios. De sintonizar con El. De llevarle nuestras preocupaciones y proyectos. Y de escuchar su voz, sus planes. 

La suegra de Simón estaba en cama, con fiebre, y enseguida le avisaron a Jesús. El se le acercó, y tomándola de la mano, la levantó (Mc 1,29-39). hechos. Con las buenas obras.

 Y luego llevar a los demás la buena noticia del amor que Dios nos tiene y que quiere que nos tengamos entre nosotros. Pero no sólo anunciándolo de palabra. Sino con los  las obras de caridad. Con los más pobres. El salmo nos recuerda cómo es Dios. Grande y poderoso. Su sabiduría no tiene medida. Sana los corazones destrozados, vendo sus heridas. Sostiene a los; humildes. Humillo hasta el polvo a los malvados. Así es Dios y le damos gracias. Así debemos ser sus hijos. Y le pedimos las gracias que El nos quiere dar para ser sus testigos. Alguien decía que a Dios le sobran propagandistas y le faltan testigos. Que nosotros no le faltemos.


P. Jean Pierre Wyssenbach, S.J.

Síguenos en Twitter a través de https://twitter.com/BasilicamCristo
Y en Facebook: Basilica Menor el Cristo

viernes, 6 de febrero de 2015

Lecturas de la Misa Dominical 8 de Febrero 2015

Primera lectura

Lectura del libro de Job (7,1-4.6-7): 

Habló Job, diciendo: «El hombre está en la tierra cumpliendo un servicio, sus días son los de un jornalero; Como el esclavo, suspira por la sombra, como el jornalero, aguarda el salario. Mi herencia son meses baldíos, me asignan noches de fatiga; al acostarme pienso: ¿Cuándo me levantaré? Se alarga la noche y me harto de dar vueltas hasta el alba.
Mis días corren más que la lanzadera, y se consumen sin esperanza. Recuerda que mi vida es un soplo, y que mis ojos no verán más la dicha.»

Palabra de Dios



Salmo
Sal 146,1-2.3-4.5-6

R/. Alabad al Señor,
que sana los corazones destrozados

Alabad al Señor, que la música es buena;
nuestro Dios merece una alabanza armoniosa.
El Señor reconstruye Jerusalén,
reúne a los deportados de Israel. R/.

Él sana los corazones destrozados,
venda sus heridas.
Cuenta el número de las estrellas,
a cada una la llama por su nombre. R/.

Nuestro Señor es grande y poderoso,
su sabiduría no tiene medida.
El Señor sostiene a los humildes,
humilla hasta el polvo a los malvados. R/.

Segunda lectura Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (9,16-19.22-23):


El hecho de predicar no es para mí motivo de orgullo. No tengo más remedio y, ¡ay de mí si no anuncio el Evangelio! Si yo lo hiciera por mi propio gusto, eso mismo sería mi paga. Pero, si lo hago a pesar mío, es que me han encargado este oficio. Entonces, ¿cuál es la paga? Precisamente dar a conocer el Evangelio, anunciándolo de balde, sin usar el derecho que me da la predicación del Evangelio. Porque, siendo libre como soy, me he hecho esclavo de todos para ganar a los más posibles. Me he hecho débil con los débiles, para ganar a los débiles; me he hecho todo a todos, para ganar, sea como sea, a algunos. Y hago todo esto por el Evangelio, para participar yo también de sus bienes.

Palabra de Dios

Evangelio 
Lectura del santo evangelio según san Marcos (1,29-39):


En aquel tiempo, al salir Jesús y sus discípulos de la sinagoga, fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés. La suegra de Simón estaba en cama con fiebre, y se lo dijeron. Jesús se acercó, la cogió de la mano y la levantó. Se le pasó la fiebre y se puso a servirles. Al anochecer, cuando se puso el sol, le llevaron todos los enfermos y endemoniados. La población entera se agolpaba a la puerta. Curó a muchos enfermos de diversos males y expulsó muchos demonios; y como los demonios lo conocían, no les permitía hablar. Se levantó de madrugada, se marchó al descampado y allí se puso a orar.
Simón y sus compañeros fueron y, al encontrarlo, le dijeron: «Todo el mundo te busca.»
Él les respondió: «Vámonos a otra parte, a las aldeas cercanas, para predicar también allí; que para eso he salido.»
Así recorrió toda Galilea, predicando en las sinagogas y expulsando los demonios.

Palabra del Señor

Síguenos en Twitter a través de https://twitter.com/BasilicamCristo
Y en Facebook: Basilica Menor el Cristo

lunes, 2 de febrero de 2015

Lecturas de la Liturgia de la Semana 2 al 8 de febrero de 2015

LITURGIA DE LA SEMANA

Cuarta semana del Salterio 

2. Lunes - Presentación del Señor.
F - Ml 3, 1-4; Salmo 23; Hebreos 2, 14-18;
Lucas 2, 22-40; Jornada Mundial de la Vida Consagrada

3. Martes - Feria o Memoria de San Blas
ob. y mr.  Hebreos 12, 1-4; salmo 21; 
Marcos 5, 21-43.

4. Miércoles - Feria, IV Semana. del Tiempo Ordinario
/B - Hebreos 12, 4-7.11-15; Salmo 102;
Marcos 6, 1-6.

5. Jueves - Feria o Memoria de Santa Águeda, Vir y mr.
Hebreos 12, 18-19.21-24; Salmo 47; Marcos 6, 7-13.

6. Viernes - San Pablo Miki y Comp. Mártires,. MO
Hebreos 13, 1-8; Salmo 26; Marcos 6, 14-29.

7. Sábado Feria o Memoria de Santa María
en sábado. Hebreos 13, 15-17.20-21; Salmo 22;
Marcos 6, 30-34.

8. Domingo V Semana del Tiempo Ordinario /B
Job 7, 1-4. 6-7; Salmo 146; 
Primera de Corintios 9,16-19. 22-23
Marcos 1, 29-39
L.H.: Primera Semana del Salterio.

Fuente: Hoja Dominical 1 de febrero de 2015

Síguenos en Twitter a través de https://twitter.com/BasilicamCristo
Y en Facebook: Basilica Menor el Cristo 


domingo, 1 de febrero de 2015

Lectura de la Portada de la Hoja Dominical Domigo 1 de Febrero 2015

¿CUÁL ES EL PODER DE DIOS?

Año XLVIII - Domingo IV del Tiempo Ordinario /8 - 1 de Febrero de 2015
Jesús le ordenó; “Cállate y sal de él!” El espíritu inmundo, sacudiendo al hombre con violencia y dando un alarido, salió de él (Mc 1,21-28).


Cuando Jesús fue a la sinagoga de Cafarnaún a enseñar, se quedaron asombrados de su enseñanza, porque no enseñaba como los letrados, sino con autoridad. Allí estaba un hombre que tenía un espíritu inmundo y se puso a gritar. Jesús lo increpó: “Cállate y sal de él”. El espíritu inmundo lo retorció y, dando un grito muy fuerte, salió. Todos se preguntaron estupefactos: “Este enseñar con autoridad es nuevo. Hasta a los espíritus inmundos les manda, y le obedecen”.

Autoridad, facultad, poder, potencia, potestad. Todo eso quiere decir la palabra griega exusía, que se repite innumerables veces en el Nuevo Testamento. Hay dos clases de poder: El poder de imponer. Y L el poder de hacer posible, de servir. Y ése es el poder de Jesús. Es el poder del amor.

Hace posible la sanación de alguien que tenía una enfermedad interna, inexplicable para los judíos. Que ellos la atribuían a un espíritu inmundo.

“Se quedaron asombrados de su enseñanza”. Y el salmo 95(94) nos invita a escuchar hoy la voz de Dios. A no ser coma los israelitas cuando endurecieron su corazón como el día de Masá en el desierto, cuando le reclamaron a Dios si los había hecho salir de Egipto para matarlos de sed en el desierto.

A Dios lo podemos escuchar en la oración. ¡Qué bueno sería que todos los católicos hiciéramos diariamente un rato de oración! Podríamos empezar por cinco minutos. A Dios le podemos pedir, dar gracias, pedir por otros, protestarle, arrepentimos, reflexionar, planificar, alabarle. Hasta de las distracciones podemos hacer oración. Porque ellas nos revelan dónde está nuestro corazón.
Moisés anuncia al pueblo que Dios le suscitará un profeta, y que pondrá sus palabras en su boca. Si estamos atentos a la voz de Dios la podremos oír a través de personas que nos la pueden transmitir. ¿Queremos oír su voz?

P. Jean Pierre Wyssenbach, S.J.

Síguenos en Twitter a través de https://twitter.com/BasilicamCristo
Y en Facebook: Basilica Menor el Cristo 


viernes, 30 de enero de 2015

Lecturas de la Misa Dominical 1 de Febrero 2015

DOMINGO IV del Tiempo Ordinario/B

Primera Lectura

Lectura del libro del Deuteronomio 18,15-20


Moisés habló al pueblo, diciendo: «Un profeta, de entre los tuyos, de entre tus hermanos, como yo, te suscitará el Señor, tu Dios. A él lo escucharéis. Es lo que pediste al Señor, tu Dios, en el Horeb, el día de la asamblea: "No quiero volver a escuchar la voz del Señor, mi Dios, ni quiero ver más ese terrible incendio; no quiero morir." El Señor me respondió: "Tienen razón; suscitaré un profeta de entre sus hermanos, como tú. Pondré mis palabras en su boca, y les dirá lo que yo le mande. A quien no escuche las palabras que pronuncie en mi nombre, yo le pediré cuentas. Y el profeta que tenga la arrogancia de decir en mi nombre lo que yo no le haya mandado, o hable en nombre de dioses extranjeros, ese profeta morirá”.»


Salmo
Sal 94,1.2.6-7.8-9

R/. Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor:
«No endurezcáis vuestro corazón»

Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos. R/.

Entrad, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios, y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía. R/.

Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y me tentaron, aunque habían visto mis obras.» R/.


Lectura de la primera carta de san Pablo a los Corintios (7,32-35):

Quiero que os ahorréis preocupaciones: el soltero se preocupa de los asuntos del Señor, buscando contentar al Señor; en cambio, el casado se preocupa de los asuntos del mundo, buscando contentar a su mujer, y anda dividido. Lo mismo, la mujer sin marido y la soltera se preocupan de los asuntos del Señor, consagrándose a ellos en cuerpo y alma; en cambio, la casada se preocupa de los asuntos del mundo, buscando contentar a su marido. Os digo todo esto para vuestro bien, no para poneros una trampa, sino para induciros a una cosa noble y al trato con el Señor sin preocupaciones.

Palabra de Dios

Evangelio


Lectura del santo evangelio según san Marcos (1,21-28):

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos entraron en Cafarnaún, y cuando el sábado siguiente fue a la sinagoga a enseñar, se quedaron asombrados de su doctrina, porque no enseñaba como los escribas, sino con autoridad.
Estaba precisamente en la sinagoga un hombre que tenía un espíritu inmundo, y se puso a gritar: «¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres: el Santo de Dios.»
Jesús lo increpó: «Cállate y sal de él.»
El espíritu inmundo lo retorció y, dando un grito muy fuerte, salió. Todos se preguntaron estupefactos: «¿Qué es esto? Este enseñar con autoridad es nuevo. Hasta a los espíritus inmundos les manda y le obedecen.»
Su fama se extendió en seguida por todas partes, alcanzando la comarca entera de Galilea.

jueves, 29 de enero de 2015

La Biblia Católica Digital

LA BIBLIA CATÓLICA DIGITAL

Como Leer La Biblia

Aprendamos con este sencillo material la forma de leer la Santa Biblia

miércoles, 28 de enero de 2015

Los Colores de la Liturgia

LOS COLORES DE LA CELEBRACIÓN DE LA SANTA MISA


En la mayoría de las cosas cotidianas del mundo se utilizan los colores para diferenciar elementos, tanto para la vida social como para la expresión religiosa. La bandera nacional o un partido político o un grupo deportivo tienen, por ejemplo, sus colores propios, que vienen a representar a la entidad. 
En cada cultura puede ser distinto este simbolismo. En el Japón, por ejemplo, el luto se puede expresar, además de con el negro, también con el color blanco. Mientras que allí el color más noble es el morado, porque se encuentra en el escudo imperial. 
En la liturgia cristiana, durante los primeros siglos no parece que hubiera una norma general en cuanto a los colores. Lo único que se tenía en cuenta era que para los días más festivos se eligieran colores más vivos (en Oriente, sobre todo, policromados), y para tiempos penitenciales, colores más oscuros y austeros. A partir del Concilio de Trento, en el siglo XVI, se llegó a un cierto código, bastante  parecido al actual, para el uso de los colores litúrgicos. Como dice el Misal, cada Conferencia Episcopal "puede estudiar y proponer las adaptaciones que respondan mejor a las necesidades y modos de ser de los pueblos" (n. 308). 

Estos colores se refieren a los vestidos de los ministros -estola, casulla- y también a los paños que pueden adornar el altar, el ambón o el sagrario. 

SIMBOLISMO 
El blanco

Es entre nosotros un color alegre, que de entrada sugiere la limpieza, la fiesta y la luz. Por eso se ha convertido en símbolo de la inocencia, de la pureza y de la alegría. El vestido blanco de la novia es, en nuestra cultura, uno de los símbolos más significativos.
El ángel que aparece junto al sepulcro para anunciar que Jesús ha resucitado, va vestido de blanco. Los vencedores del Apocalipsis están cubiertos de lino blanco y montados en caballos blancos. La gloria de Cristo se simboliza en la escena de la Transfiguración con unos vestidos blancos como la luz. 
El blanco es, por tanto, el color privilegiado de la fiesta cristiana, como expresión de la luz, la alegría y la vida que Dios nos comunica. 



El rojo

Nos trae a la imaginación el fuego y la sangre. Es un color "agresivo", que puede simbolizar el sentido de la culpa (tiene las manos rojas quien derrama sangre ajena), de peligro (el "stop" del semáforo) y también el amor. 
Los profetas parece que identificaban la situación de pecado con el color rojo: "así fueren vuestros pecados como la grana, quedarán blancos cual la nieve, y así fueren rojos como el carmesí, cual la lana quedarán" (Isaías 1,18). 


El verde

Es el color de la vegetación, del crecimiento, de la vida. De ahí le vienen diversos simbolismos: la esperanza, la vida, la pureza de la naturaleza, la serenidad (el "verde" de los semáforos como paso libre). 
En la cultura actual el verde es símbolo de los movimientos ecológicos, de defensa de la naturaleza contra la corrupción y la manipulación humana. Aunque también decir de algo o alguien que "está verde" puede indicar la falta de madurez. 
 El verde, color de crecimiento, de esperanza y de vida, apunta así a los frutos de vida que a lo largo del año debe producir el misterio de la Navidad o de la Pascua de Cristo que hemos celebrado en los "tiempos fuertes". 


El morado

Es un color discreto, serio, aun dentro de su elegancia. Por eso, su simbolismo apunta a la penitencia, a la tristeza y al dolor. Según en qué culturas, también a la realeza y nobleza. 


Otros colores 

Son menos frecuentes, el rosa, azul y dorado.

USO DE LOS COLORES 

El blanco

Los vestidos de los ministros son blancos:
- en la Navidad
- en la Pascua
- en las fiestas del Señor (a no ser que se refieran a la Cruz)
- en la fiesta de la Virgen
- así como en las de los santos que no sean mártires.
- También para la celebración del Bautismo, del Matrimonio y de la Unción de enfermos, si es con misa.


El negro

En la liturgia, el negro había sido durante siglos el color del Adviento y la Cuaresma. Ahora ha quedado más relegado: queda sólo como facultativo en las exequias y demás celebraciones de los difuntos, aunque cada vez se usa más el morado. Para el caso de niños párvulos, el color más adecuado es el blanco. 


El rojo

Es ahora el color: 
- del Domingo de Ramos y 
- del Viernes Santo, por su aproximación a la Cruz
- de la fiesta de Pentecostés, por el fuego del Espíritu; 
- de la exaltación de la Cruz el 14 de septiembre; 
- de las fiestas de los apóstoles, los evangelistas y todos los mártires, porque han dado testimonio con sus vidas de su fe en Cristo. 
- La Confirmación se celebra en blanco, pero también se puede en rojo, subrayando la donación del Espíritu. 



El verde

En la liturgia, el verde es el color del Tiempo Ordinario: esas 34 semanas en las que no se celebra un misterio concreto de Cristo, sino el conjunto de la Historia de la salvación y, sobre todo, la celebración  semanal del domingo como "día del Señor".


El morado

Se utiliza el morado en las celebraciones del Adviento y de la Cuaresma, dos tiempos en que preparamos con un tono de mayor austeridad las fiestas de la Navidad y de la Pascua. 

Se usa el morado para las celebraciones penitenciales. Y también para las exequias, para las que antes se utilizaba el negro. Fue el Concilio el que quiso que en el lenguaje de las exequias cristianas tuviera un tono de esperanza pascual: esto se ha notado en las oraciones, en los cantos y también en el cambio de color. 


El rosa

Distingue los domingos "Gaudete", a mitad del Adviento, y "Laetare", a mitad de Cuaresma. 


El azul 

Se usa desde el siglo XIX en España y algunos países de América para la fiesta de la Inmaculada. 


El dorado

Por la nobleza de sus materiales, puede expresar una celebración particularmente festiva y solemne. 

¿POR QUÉ LOS COLORES?

La variedad de los colores en nuestra liturgia tiene, según el Misal (n. 307), dos finalidades. 

a) Ayudan a sintonizar mejor con los misterios que celebramos: "la diversidad de colores en las vestiduras sagradas tiene como fin expresar con más eficacia, aún exteriormente, las características de los misterios que se celebran". 
b) Tienen la pedagogía de la variedad y la dinámica de un Año Cristiano que nos va conduciendo por misterios y actitudes graduales: "expresa también el sentido progresivo de la vida cristiana a lo largo del año litúrgico". 
El que después de una Cuaresma en la que ha predominado el morado, pasemos a celebrar la Pascua en blanco, y que esta Pascua concluya con el rojo del Espíritu en Pentecostés, tiene su pedagogía. Como la tiene el que las fiestas de los mártires se celebren en rojo, y las de la Virgen en blanco. 
El color, como elemento visual sencillo pero eficaz, uniéndose a otros más importantes como son las lecturas, las oraciones y los cantos, quiere ayudarnos a celebrar mejor nuestra fe. 
"La diversidad de colores en las Vestiduras Sagradas tiene como fin expresar con más eficacia, aun externamente, tanto las características de los misterios de la fe que se celebran como el sentido progresivo de la vida cristiana a lo largo del año litúrgico" (IGMR, 307).

lunes, 26 de enero de 2015

Lectura Hoja Dominical 25 de Enero 2015

Domingo III del Tiempo Ordinario 


¿Qué Motiva a algunos a Seguir a Jesucristo?


El Evangelio según San Marcos dice que Jesús, pasando junto al lago de Galilea vino a unos pescadores que estaban echando las redes en el lago. Les llamó e inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. ¿Nos parece normal? Más probable nos parece lo que leemos en el Evangelio de San Lucas. Jesús subió a la barca de Simón, para desde allí enseñar a la gente. Cuando terminó de hablar, le dijo a Simón: "Lleva la barca a la parte honda del lago, y echen allí sus redes para pescar". Habían trabajado toda la noche sin pescar nada. Pero echaron las redes y recogieron tantos pescados que las redes se rompían. Al ver esto, Simón se puso de rodillas delante de Jesús y le dijo: " ¡Apártate de mi, Señor, porque soy un pecador!". Pero Jesús le dijo: "No tengas miedo. Desde hoy vas a pescar hombres". Entonces llevaron las redes a tierra. Lo dejaron todo. Y siguieron a Jesús.
Lo siguieron atraídos por lo extraordinario de Jesús. Y entonces, ¿Qué hizo Marcos?Hizo un resumen, para ponerlo en el primer capítulo de su evangelio. Porque en él Jesús no hace nada sin la compañía de sus discípulos. Para recordarnos que Jesús nos necesita como colaboradores, para anunciar el reino de Dios. Un mundo en el que Dios reina, un mundo sin muertes, ni violaciones, ni robos,  ni engaños, ni  calumnias, ni insultos, ni envidias, un mundo en el que reina un Dios Bueno y recto, cuya ternura y misericordia son eternas, que  enseña el camino a los humildes y a los pecadores.
Un Jesús que anuncia el reinado de Dios. Y llama a la conversión y a creer en una buena noticia del amor que Dios nos tiene y quiere que nos tengamos entre nosotros, un Dios tierno y compasivo, que es tanto su amor que anuncia un castigo y luego se arrepiente, como nos recuerda al final del libro de Jonás

P. Jean Pierre Wyssenbach S.J.
Hoja Dominical 25/01/2015